La orientación: un pilar clave en las viviendas Passivhaus

En Medgón sabemos que cada detalle importa a la hora de construir una vivienda eficiente, saludable y confortable. Uno de los pilares más importantes del estándar Passivhaus es la orientación de la vivienda.

Una buena orientación permite aprovechar las ganancias solares en invierno para reducir el consumo en calefacción, y al mismo tiempo, gracias a soluciones como las persianas motorizadas con lamas regulables, se puede controlar la entrada de sol en verano, evitando sobrecalentamientos y reduciendo la necesidad de refrigeración.

Un ejemplo práctico: la misma vivienda, dos orientaciones diferentes

Para ilustrarlo mejor, hemos realizado un cálculo con la herramienta DesignPH, simulando la misma vivienda en dos escenarios:

  • Orientación Sur (huecos principales al Sur): 43,8 kWh/m²a
  • Orientación Norte (huecos principales al Norte): 22,2 kWh/m²a

 

La diferencia es significativa: con los huecos grandes al Sur, la vivienda obtiene casi el doble de ganancias solares útiles en invierno respecto a la orientación Norte.

¿Qué supone en ahorro real?

Si traducimos estos valores a un consumo energético típico, la orientación puede marcar una gran diferencia. Para una vivienda de 120 m², hablamos de:

  • Orientación Sur: 5.256 kWh/año de ganancias solares útiles
  • Orientación Norte: 2.664 kWh/año de ganancias solares útiles

Esto significa que una vivienda bien orientada puede ahorrarse más de 2.500 kWh anuales en calefacción.
Con un coste medio de la energía de 0,18 €/kWh, el ahorro puede superar los 450 € cada año.

En una vivienda Passivhaus, diseñada para durar décadas con un consumo mínimo, la orientación no es un detalle: es una decisión estratégica que repercute directamente en el confort y en la economía familiar.

Herramientas que garantizan la mejor solución

En Medgón trabajamos con las herramientas oficiales del estándar Passivhaus, PHPP y DesignPH, que nos permiten simular y optimizar la orientación, las protecciones solares y el comportamiento energético de cada vivienda antes de empezar a construir.

De esta manera, cada proyecto se adapta al entorno, maximizando el aprovechamiento solar en invierno y garantizando el confort en verano. Gracias a estas herramientas podemos analizar ventana por ventana cuáles son las dimensiones óptimas para aprovechar al máximo la radiación solar en los meses fríos y, al mismo tiempo, garantizar el mayor sombreado posible en verano. Además, nos permiten calcular y ajustar el índice de sombreamiento de las fachadas mediante elementos como los aleros, determinando la distancia ideal según la latitud de cada proyecto.

 

En definitiva, orientar correctamente una vivienda no solo significa reducir la factura energética: también implica mayor confort térmico durante todo el año, más luminosidad natural, un menor impacto ambiental y un valor añadido en la calidad del hogar. Una orientación adecuada, junto con soluciones de control solar inteligentes, convierte cada vivienda en un espacio eficiente, saludable y preparado para el futuro.

Miguel Rodriguez _ Medgón

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