¿Cómo influye nuestro estilo de vida en el planeta ? ¿Y en nuestra salud?

Cada 24 de octubre se celebra el Día Internacional Contra el Cambio Climático, una fecha que nos invita a reflexionar sobre el impacto de nuestras decisiones cotidianas en el equilibrio del planeta, pero también sobre cómo ese desequilibrio repercute directamente en nuestra salud.

En el año 2009, en la Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático celebrada en Copenhague, ya se hablaba de que el cambio debe centrarse en los modelos de consumo de energía.

A día de hoy, pocos hábitos han conseguido modificarse para lograr una reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero. En la mayoría de los casos, hemos seguido comprando alimentos sin importarnos su procedencia y consumiendo energía en nuestros hogares como si realmente no influyera en la emergencia climática.

Algunos de los hábitos más críticos incluyen:

• Transporte individual motorizado: el uso excesivo del coche privado es una de las principales fuentes de CO2.
• Consumo desmedido y desinformado: compramos sin considerar el ciclo de vida de los productos, su origen o su impacto ambiental.
• Consumo energético en edificios: la falta de eficiencia energética en viviendas y oficinas aumenta la demanda de calefacción y refrigeración.

Es sobre todo en este último punto donde Medgón aporta su pequeño granito de arena para combatir el cambio climático. Si hacemos una pequeña comparativa del consumo energético de la construcción industrializada y la construcción tradicional vemos lo siguiente:

• En la construcción tradicional la fabricación de cemento y hormigón es intensiva en energía, sólo la parte de cemento, representa el 8% de las emisiones globales de CO₂, mientras que los sistemas industrializado en madera consumen hasta un 60% menos energía en todo su ciclo de vida.
• La construcción tradicional implica transporte frecuente de materiales, maquinaria pesada y trabajos prolongados, lo que incrementa el uso de combustibles fósiles. En cambio, la prefabricación reduce desplazamientos, errores y tiempos de ejecución, lo que minimiza el uso de energía y emisiones en obra.

Además, la construcción industrializada en madera que se desarrolla en Medgón, se alinea con varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU:

		CONTRIBUCIÓN DESDE MEDGÓN
	Salud y bienestar	Espacios saludables, confort térmico y calidad del aire interior gracias al estándar Passivhaus.
	Energía asequible y no contaminante	Edificios de bajo consumo energético, con envolventes térmicas eficientes y uso de energías renovables.
	Trabajo decente y crecimiento económico	Generación de empleo cualificado en zonas rurales, dinamización de la economía local mediante innovación.
	Industria, innovación e infraestructura	Promoción de la industrialización sostenible, procesos Lean y digitalización en la construcción.
	Ciudades y comunidades sostenibles	Edificios eficientes, confortables y resilientes, con menor impacto ambiental y mayor calidad de vida.
	Producción y consumo responsables	Uso de madera certificada FSC/PEFC, reducción de residuos y optimización de recursos en fábrica.
	Acción por el clima	Reducción de emisiones de CO₂, almacenamiento de carbono en la madera y mitigación del cambio climático.
	Vida de ecosistemas terrestres	Uso responsable de recursos forestales, respeto por la biodiversidad y trazabilidad de materiales.

Por todo ello, Medgón apuesta por la fabricación industrializada en madera, un sistema que permite construir edificios de alta eficiencia energética, con precisión milimétrica y tiempos de ejecución reducidos, lo que reduce el consumo energético desde el primer día, mitigando el cambio climático, almacenando carbono y promoviendo eficiencia energética real.

Con cada edificio industrializado en madera, se construye no sólo un hogar o un espacio de trabajo, sino un futuro más justo, eficiente y respetuoso con el planeta.

Medgón no solo construye edificios, sino que construye futuro.

Coral González _ Medgón