El estándar passivhaus se basa en la construcción de viviendas que necesitan muy poca energía para poder abastecerse. Para conseguir este objetivo, se deben cumplir ciertos requisitos, entre ellos que las casas pasivas tengan un elevado aislamiento térmico y una estanqueidad al aire perfecta.

El resultado de cumplir con estos requisitos da lugar a viviendas con un alto grado de hermeticidad y es por ello que necesitan obligatoriamente ser ventiladas para no tener un aire viciado e irrespirable en su interior.

Debido a que estas viviendas requieren un alto grado de aislamiento térmico, conlleva a que los sistemas de climatización se reduzcan mucho o sean prácticamente innecesarios. De tal forma que, si una vivienda consigue el certificado passivhaus deberá tener una demanda de calefacción y refrigeración igual o inferior a 15 kWh/m2, muy por debajo que las viviendas de construcción tradicional. Se calcula que el aislamiento térmico passivhaus puede ahorrar hasta un 90% en climatización.

Demanda de energía en Casas Pasivas

Al reducir drásticamente la demanda de energía en las casas pasivas, no es conveniente utilizar sistemas de calefacción o refrigeración tradicionales, sino otros más eficientes y sostenibles como pueden ser techos y suelos radiantes o resistencias eléctricas situadas en la ventilación mecánica, que distribuyen el calor por toda la vivienda.

Aparte de esto, las ventilaciones mecánicas que se instalan en las casas pasivas cuentan con un equipo de climatización conocido como recuperador de calor. Los recuperadores de calor son sistemas de ventilación que cumplen una triple función: renovar el aire interior, climatizarlo y ahorrar energía en el proceso. De esta forma, se consigue recuperar un porcentaje muy elevado de la energía usada para la climatización del aire de la vivienda que de lo contrario no se aprovecharía

Los recuperadores de calor funcionan mediante el trabajo de un ventilador de extracción de aire que atrae el aire de su interior, de un ventilador de impulsión que lo expulsa a su exterior y de un intercambiador de calor. El aire que ha sido extraído del interior de la vivienda, pasa por dentro del recuperador de calor y se cruza sin mezclarse en el intercambiador con el aire impulsado del exterior. Como bien dice su nombre, en el intercambiador se produce un intercambio de calor entre el aire caliente que cede calor al aire frío.

Es por ello que en invierno podemos aprovechar el calor del aire que extraemos para calentar el aire que introducimos del exterior en nuestra vivienda y en verano podemos aprovechar el aire más frío del interior para enfriar el aire caliente que introducimos de la calle.

¿Por qué la Ventilación debe de ser mecánica y no tradicional?

Las viviendas pasivas se diseñan con grandes ventanas situadas en la orientación idónea para aprovechar al máximo la luz solar y el calor proporcionado por el sol. Sin embargo, no se tienen en cuenta estas ventanas para renovar el aire de la vivienda por varios motivos. Ya que se realizaría una ventilación incontrolada de la vivienda y, por tanto, todo el esfuerzo dedicado para conseguir un alto grado de hermeticidad para evitar las pérdidas o ganancias energéticas quedaría mermado, otro de los motivos es debido a que la ventilación mecánica también sirve para climatizar de forma eficiente, permite ahorrar energía, deshacerse de los malos olores y regular la humedad. Además de todo esto, reduce el polen en el hogar (perfecto para las personas con alergia) y mantiene el aire interior de la vivienda completamente renovado y limpio.

 

Como conclusión cabe decir que la ventilación mecánica de alta eficiencia energética se hace muy necesaria en las casas pasivas y en la construcción de viviendas sanas y eficientes.

En el siguiente enlace podréis ver un video donde puede verse la necesidad hoy en dia de emplear estos equipos