Esta semana nos enfrentamos ante una nueva ola de calor.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha determinado el máximo nivel de riesgo (aviso rojo) en prácticamente toda la Península.

Y cuando se hace impracticable estar en la calle porque en muchas zonas se llegan a superar los 40ºC, es cuando cobra una especial importancia como estamos dentro de nuestros edificios.

Hay una falsa creencia respecto a que las viviendas pasivas solo funcionan frente a climas fríos, pero nada más lejos que la realidad, las viviendas pasivas te protegen de temperaturas exteriores extremas, tanto si estas son bajas, como si son altas.

Lo que sí que es cierto es que la estrategia de protección es distinta cuando pensamos en el invierno a cuando pensamos en el verano.

Así es como se evita el sobrecalentamiento en un edificio passivhaus:

1.- Siempre el primer paso es un diseño pasivo correcto, que impida que entre el sol en el inmueble.

Es importante estudiar la influencia del ciclo del sol a lo largo del año, y sus distintas posiciones, permitiendo el soleamiento de éste en épocas invernales, pero protegiéndonos de él en épocas estivales. Hay estrategias pasivas para sombrearnos, como puede ser un alero de protección en una fachada sur o evitar lo máximo posible la apertura de ventanas en las fachadas orientadas al oeste. También podemos aprovechar si nuestro entorno puede producirnos alguna sombra, como pueden ser los árboles.

2.- Otro elemento imprescindible para sombrearse son las persianas. Huyendo de la habitual persiana convencional por las infiltraciones que provocan, encontramos en el mercado distintas soluciones de persianas aptas para inmuebles pasivos. Además, optar por una persiana de lamas tipo veneciana, nos va a permitir protegernos del sol, sin renunciar a la luminosidad en el interior.

3.- Usar el sistema de ventilación en modo verano, nos va a permitir que, si por la noche la temperatura exterior se sitúa por debajo de la interior, podemos seguir ventilando, pero sin recuperar la temperatura, de modo que conseguiremos refrescar el inmueble.

4.- También es una buena práctica ubicar las ventanas en fachadas opuestas, para poder generar corriente en el interior, y contar con vidrios con protección solar, que disminuyen la entrada de calor.

Es habitual en muchos inmuebles que solamente con las estrategias pasivas no sea suficientepara mantener el interior dentro de unas temperaturas de confort, y sea recomendable incorporar un pequeño aporte de refrigeración.

En este sentido, aunque existen distintas alternativas como una split de aire acondicionado o un suelo refrescante, una de las opciones más confortables para refrigerar, es mediante un techo radiante refrescante.

La climatización radiante, sin corrientes por convección, es el sistema más confortable que existe, y nos proporciona una sensación similar a cuando entramos en una bodega en verano, es lo que coloquialmente llamamos el “efecto cueva”.

 

Es el sistema que en MEDGON hemos optado para climatizar nuestras oficinas, y el que cada vez más promotores están incorporando en sus inmuebles.

Si quieres venir a conocerlo y saber más sobre como un inmueble passivhaus también es confortable en verano, no dudes en llamarnos.

 

Henar Arranz (Medgón Passivhaus)