Hoy, en vez de escribir un artículo para personas a las que desconozco,  explicando alguna de las ventajas de tal o cual,  de lo que hacemos, prefiero escribir para personas que conozco, quizá no tanto como quisiera, pero que son ya parte de la historia de mi vida y, con los años que uno va teniendo, me puede permitir el lujo de decir lo que pienso.

Podría hablar de las muchas diferencias que nos pueden separar; soy de otra generación diferente, no soy técnico ni manitas, no vivo en Carrión ni aledaños, no comparto el día a día en las oficinas o fábrica…pero prefiero hablar de lo que nos une y eso es, la ilusión de trabajar en un proyecto en común. Medgón.

Todos ponemos nuestro granito de arena para que, día a día, avancemos un pasito más en hacer mejor nuestro trabajo y con ello posicionar a nuestra empresa en un lugar mejor que el día anterior, en aprender a gestionar mejor nuestros recursos, nuestro tiempo, nuestras habilidades, para así, hacernos más profesionales y con ello dar mejor respuesta a nuestros clientes y eso es ¡una gozada!

Hay mucho por hacer y aprender, lo sabemos, pero eso anima más al saber que la tarta nunca se acaba y que tenemos trozo para hartarnos de aprender.

Quizá viva en una de las mejores etapas de mi vida, tras un largo caminar por el desierto, y por ello valore más lo que tengo y lo que me dan.

Valore más el trabajo en equipo después de haber sido muchos años trabajador por cuenta propia y saber que tienes a unos compañeros estupendos detrás que tiran de ti cuando ves que puedes flojear, que te apoyan con su esfuerzo para sacar adelante tu trabajo, cuando antes estaba solo, y es de agradecer.

Pero esto no sería posible tampoco, si al frente de todo no hubiera dos personas que apostaron por nosotros, se arriesgaron en su elección y que nos dan siempre apoyo, confianza y medios, cada uno con su originalidad y diferencia que les complementa extraordinariamente. ¡Gracias!

Gracias a vosotros compañeros pues, a pesar de poder fijarnos en lo que nos diferencia, hemos preferido focalizar en lo que nos une y eso hace que sea una alegría el levantarme para ir a trabajar, pues se que todo, al final, saldrá bien y eso, me hace feliz.

Gracias padres por la Fe que me infundisteis, que ahora hace que me recompense el haber seguido confiando en la bondad de las personas.

En fin, que como dice el libro sobre Scrum que nos han aconsejado leer,

“La verdadera grandeza se funda en la alegría. Ser Feliz es el primer paso para el éxito” y por eso se, que lo vamos a conseguir.

Feliz día a todos!

Carlos Ruiz Martínez de Medinilla (Medgón Passivhaus)